En nuestra profesión como fisioterapeutas, considero que nuestra obligación es tratar determinadas patologías con los medios a nuestra alcance, y por mi parte, tal como el uso de la tecarterapia, me gusta aplicar otras terapias complementarias, tal como lo es la "MUSICOTERAPIA".
De hecho, creo en el efecto de la música, creo en el hecho que cada persona tiene establecida una programación neuronal que nos hace diferentes y la influencia de la música posibilita variar nuestros estados de ánimo.
La música es un remedio inmejorable, que va mucho más allá de la emisión de unas simples vibraciones rítmicas. La vibraciones que se emiten con la música pueden ser sentidas por la piel, inciden en nuestros músculos y en el sistema nervioso del paciente.
Los ritmos marcados por instrumentos de percusión, tal como el tambor, u otros como el piano, o incluso el arpa, en la emisión de sus notas son captados por nuestro cerebro y neuronalmente inciden en nuestro interior provocando cambios emotivos en la persona.
La estimulación del cerebro a través del as ondas musicales, inciden en terapias a través de las cuales se pretenden tratar episodios de estrés, depresión o ansiedad.
Asimismo, la musicoterapia también ha demostrado su eficacia en el tratamiento de otras dolencias físicas como son las distrofias musculares, las poliomielitis y algunas enfermedades respiratorias.
Es por eso que personalmente, recomiendo el efecto de la música y su estímulo como tratamiento alternativo y/o complementario para determinadas personas.
