viernes, 1 de abril de 2011

El hígado una máquina perfecta, pero olvidada






El hígado es el laboratorio del cuerpo y debido a su capacidad de regeneración tiene una fortaleza que pese a su deterioro cuesta detectar su "mal estado de salud", salvo que consideremos algunos síntomas sobre la base de algunas patologías antes de proceder a evaluaciones médicas en base a sistemas de la medicina tradicional.

Esencialmente, el hígado almacena y distribuye los nutrientes para todo el cuerpo, y es el encargado de la formación y descomposición de la sangre, y filtra las toxinas (materiales inútiles) de la sangre.

Las células (hepáticas) del hígadohacen la bilis, la cual ayuda en la digestión, y almacena la bilis en la vesícula biliar para ser utilizada por los intestinos para la descomposición (emulsificación) de las grasas y para facilitar la habilidad del intestino delgado de absorber los ácidos grasos.

Nuestra vesícula trabajo en equipo con el hígado y su función es concentrar y expulsar la bilis cuando la comida llega al intestino delgado, y gracias a ella se digieren las grasas, se eliminan los tóxicos del higado, se hace la digestión de proteínas e hidratos de carbono (junto a jugos pancreáticos), se depuran y limpian los intestinos, se neutraliza el acido clorhidrico proveniente del estomago etc...

En muchos casos, un hígado enfermo se acocia a una cirrosis, la cual, presupone una vinculación al alcoholismo crónico debido a la contaminación de los tejidos del hígado por el consumo etílico, pero la enfermedad también puede ser producida por la inflamación y los daños que causan la hepatitis B y C, las cuales producen lesiones hepáticas que se detectan con el transcurrir de los años.

Otra causa frecuente son las enfermedades metabólicas que trastornan las sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo.

Por tanto, en los casos de pacientes con hepatitis, o bien, con alteraciones metabólicas derivadas del sobrepeso, malos hábitos alimentarios o problemas con las tiroides, tambien deportistas con estrictos régimenes proteicos (o el consumo de determiandos productos), o enfermos de esclerosis y fibriomialgia, por mi parte presuponen una especial atención en la realización de determinados tratamientos que incluyen un drenaje linfático y un drenaje hepático combinado.

Del resumen publicado por CARLOS DE VILANOVA (consultarlo aquí), quiero reseñar el siguiente pasaje escrito que nos ayuda a entender breve y rápidamente la función de nuestro hígado :

"Cuando se supera la capacidad de los sistemas de excreción y neutralización del hígado, se van acumulando por los diversos órganos y sistemas, causando TOXEMIA (intoxicación). Élla es el origen de todas las enfermedades que sobrevendrán con posterioridad.

Un hígado insuficiente puede estar al 40% de su capacidad sin dar síntomas de su grave deterioro, salvo en otros sistemas orgánicos donde sí que repercute, y mucho, su malfuncionamiento.

Esta disfunción hepática conlleva, a la larga, un acúmulo tóxico a todos los niveles: sanguíneo, muscular, cutáneo, linfático, intersticicial..., y termina degenerando en las múltiples patologías que conocemos y clasificamos como enfermedades, pero la causa original es siempre es la Toxemia orgánica previa que generó la obstrucción o engrosamiento en los órganos afectados por nuestra predisposición heredada principalmente.

Todo ello está provocado por un hígado en insuficiencia, pues no hay enfermedad que no tenga un higado disfuncional."



Por mi parte, con este post, pretendo aportar una breve introducción y conocimiento de nuestro higado para todos los lectores, algunos fisioterapeutas que comparten profesionalmente mis inquietudes, y también para amigos y pacientes.

El hígado es una máquina perfecta con una gran capacidad de auto-regularse, pero por eso es el organo vital "perfecto olvidado", a quien podemos hacerle una "puesta a punto" gracias a una LIMPIEZA HEPATICA, que es el proceso sobre el cual me voy a documentar y voy a compartir con todos a través de este blog.